Competencia para el aprendizaje
Resumen de la conferencia plenaria presentada por Antonio Bolívar en la UIMP el 3 de julio de 2009.
Todas las competencias básicas se necesitan para el aprendizaje a lo largo de la vida, pero la competencia "Aprender a aprender" está en la base de las demás.
En un momento en el que los conocimientos tienen fecha de caducidad, donde lo que se aprende, se vuelve obsoleto al poco tiempo y donde la cantidad de información es abrumadora, la mejor educación es la que enseña a aprender a lo largo de la vida (lifelong learning). Por ello, la educación no debiera estar dirigida ya a trasmitir conocimientos, sino a desarrollar la capacidad tanto de producirlos como de utilizarlos.
La escuela debiera servir para que los alumnos aprendan a ser autónomos. De esta manera, la enseñanza institucional debe valorar y ampliar el concepto de educación y dar cabida a los aprendizajes no formales o informales que se obtienen fuera de las aulas. Estos aprendizajes informales y derivados de la experiencia recobran un papel en la educación.
Destaca estas características del aprendizaje a lo largo de la vida:
- Énfasis en el apendizaje más que en la enseñanza.
- Ampliar el acceso a las oportunidades de aprendizaje.
- El aprendizaje tiene lugar a lo largo de la vida.
- Se diversifican los contextos, estrategias y modos de aprendizaje.
- El aprendizaje a lo largo de la vida es una necesidad y un derecho de todos.
Esto requiere cambios en el orden educativo: los nuevos entornos de aprendizaje obligan a plantear un nuevo papel a la escuela que no debe aislarse de los contextos educativos.
¿Qué es aprender a aprender? Según el Marco Europeo de Competencias Clave esta competencia se define como:
la habilidad para iniciar el aprendizaje y persistir en él, para organizar su propio aprendizaje y gestionar el tiempo y la información eficazmente, ya sea individualmente o en grupos. Esta competencia conlleva ser coinsciente del propio proceso de aprendizaje y de las necesidades de aprendizaje de cada uno, determinar las oportunidades disponibles y ser capaz de superar los obstáculos con el fin de culminar el aprendizaje con éxito. Dicha competencia significa adquirir, procesar y asimilar nuevos conocimientos y capacidades, así como buscar orientaciones y hacer uso de ellas [...]
Esta competencia comprende tres dimensiones:
- La dimensión cognitiva incluye habilidades básicas que permiten obtener y procesar nuevos conocimientos, es decir contar con recursos que permitan planificar y desarrollar una tarea estratégicamente.
- La dimensión afectiva o emocional incluye factores que contribuyen a crear situaciones favorables para aprender a aprender, como autoestima y seguridad en sí mismo, motivación para aprender, superar el miedo al fracaso y aprender de los errores. Además, al ser el apendizaje un proceso social y compartido, el aprender a aprender tiene unos factores sociales, por ejemplo, pedir ayuda y el apoyo de sus iguales, grupo y profesorado.
- La dimensión metacognitiva se refiere al conocimiento y a la reflexión sobre los propios procesos de aprendizaje, al control del alumno de ese proceso y a tomar conciencia del mismo. Es la capacidad de reflexionar en la forma en que se aprende y actuar en consecuencia.
Ante el debate sobre los saberes necesarios para el ciudadano, Bolívar apuesta por que las competencias básicas pueden configurar de un modo integrador y pueden ser un principio organizador del currículum en una perspectiva de aprendizaje para toda la vida.
Este enfoque plantea una serie de problemas. en primer lugar conseguir ua coherencia entre todos los elementos del currículo, pues exige reformas profundas, afectan a la organización de los centros y produce cambios en las concepciones, actitudes y estrategias de los profesores y los alumnos.Exige repensar todos los elementos del currículum, incluida la organización escolar y las prácticas docentes.
Hay que integrar pues, las competencias en el currículum, por ello, además de conocer determinados contenidos, hay que aprender a movilizarlos, aplicarlos, utilizarlos.
Las competencias desempeñan un papel integrador organizando los contenidos en función de lo que se espera que el alumnado sea capaz de hacer. Como tales reorganizan los elementos didácticos en función de que aprenda a aprender.
Enseñar a los alumnos a responsabilizarse de su propio aprendizaje es una tarea que pertenece a todas las áreas, a todas las etapas educativas y ello precisa del trabajo en equipo del profesorado. Además, no se trata de emplear sólo técnicas o métodos que contribuyan a aprender mejor, sino en cómo ser mejores aprendices.
Esta competencia se desarrolla enfrentando a los alumnos con situaciones-problema variadas y con creciente grado de complejidad que impliquen movilización de lo aprendido. Para ello el profesor tiene el papel de preparar y organizar situaciones didácticas y actividades que permitan a los alumnos, al resolverlas, construir conocimientos a partir de la movilización. Desde el punto de vista del aprendizaje situado, el verdadero aprendizaje se produce en el mismo contexto en el que se aplica y en las comunidades donde se mueve el sujeto. Por eso las competencias también se desarrollan fuera de las instituciones de la educación formal.
Las situaciones o contextos son parte esencial del conocimiento y del aprendizaje. Hay una estrecha relación entre lo que se aprende y el contexto en el que se produce. Si las tareas son exclusivamente escolarizadas, van a impedir su movilización en otras situaciones de la vida cotidiana.
En la evaluación por competencias cambia la óptica de lo que se quiere evaluar. Si habitualmente se hace mirando al pasado (qué se ha aprendido) en las competencias se hace mirando al futuro: con qué grado de éxito pueden poner en práctica lo que han aprendido y aplicar sus conocimientos y habilidades en nuevos contextos. Este tipo de evaluación tiende a documentar un recorrido de formación o de desarrollo.
La competencia para el aprendizaje no puede evaluarse directamente a menos que se concrete un conjunto de criterios e indicadores.
El ELLI (Effective Lifelong Learning Investory) ambiciona construir un instrumento para medir las competencias individuales en materia de aprendizaje a lo largo de la vida.
Ampliar la capacidad de aprender de los estudiantes es un objetivo de la educación válido y oprtuno, encontrar los modos para convertir las buenas intenciones en cambios efectivos es un asusto urgente e importante.