El constructivismo social o constructivismo situado

Del constructivismo social surgió, entre sus propuestas más innovadoras, el aprendizaje cooperativo.

Actualmente el conocimiento científico se duplica por lo general cada cinco años o menos,y según el área de desempeño, este se vuelve obsoleto total o parcialmente en espacios de tiempo muy cortos. Antes de esta "era de la información" una generación completa pasaba toda su vida sin que los conocimientos sufrieran grandes cambios, sólo había algunas actualizaciones e incorporaciones que se podían incorporar fácilmente a su bagaje. Hoy resulta imposible aprender la información disponible en un área laboral o profesional. Por eso la exigencia está en la necesidad de adquirir habilidades de procesamiento de la información, así como en incorporar actitudes y valores pra aprender a aprender para toda la vida. (Ver la sección Aprender a aprender).

Las fuentes del actual constructivismo son muchas: la teoría psicogenética de  Jean Piaget, la teoría de los esquemas cognitivos, la teoría de Ausubel de la asimilación y el aprendizaje significativo, la psicología sociocultural de Lev s. Vygotsky y, desde la perspectiva pedagógica, los planteamientos teóricos y la experiencia práctica de la escuela activa (C. Freinet), los aportes de la didáctica crítica y el legado de la teoría de Paulo Freire.

Cuando hablamos de constructivismo nos referimos a la construcción del conocimiento y de la personalidad de los alumnos que aprenden y se desarrollan en la medida que construyen significados. Construir es comprender en esencia algo. No es algo abstracto, sino tomar conciencia de qué se sabe y cómo: es hacer, pensar, sentir, estructurar y organizar la información y los sentimientos. La comprensión, esencia misma del constructivismo, no se da en solitario, se necesita directa o indirectamente del otro. Todo conocimiento se construye en estrecha interrelación con los contextos culturales en los que se usa.

La finalidad del constructivismo social es, por tanto, promover los procesos de crecimiento personal en el marco de la cultura social de pertenencia, es desarrollar el potencial que todos tenemos de realizar aprendizajes significativos por sí solos y con otros.

 Consejos desde el punto de vista didáctico:

Ubicar toda la actividad de aprendizaje en un marco de referencia.

Programar actividades de genuino interés para el alumno.

Crear ambientes de aprendizaje muy cercanos a la realidad.

Crear situaciones de conflicto para tomar conciencia de esas ideas.

Relacionar lo que se quiere enseñar o aprender con experiencias anteriores.

Partir de lo más general a lo particular y específico.

Orientar el procesamiento de la información y brindar estrategias de aprendizaje para realizarlo.

Diseñar situaciones de aprendizaje grupal cooperativo que constituyan un reto en lo individual y para el equipo.

Orientar primero el trabajo individual, después en equipo.

Poner tareas de búsqueda y aplicación en equipo.

Evaluar el aprendizaje a partir del nivel de entrada, los procesos y resultados y el contexto de enseñanza.

Estractado de Estrategias didácticas del aprendizaje cooperativo de Ramón Ferreiro (2005)